miércoles, 6 de noviembre de 2013

HABLAR EN PÚBLICO; CONTROLA ADRENALINA

Si hoy mismo tienes que enfrentarte a un auditorio, presentar un trabajo, realizar una exposición, ... es decir HABLAR EN PÚBLICO, seguramente los nervios estarán destrozándote por dentro. Espero que este consejo te ayude: CONTROLA TU ADRENALINA




La adrenalina o epinefrina es un neurotransmisor y una hormona. 
Producida por las glándulas suprarrenales, la adrenalina, dilata los conductos del aire, contrae los vasos sanguíneos, aumenta el ritmo cardíaco y bien controlada nos puede proporcionar un chute de energía parecido al que tiene Popoye cada vez que está en peligro y recurre a su mítico bote de espinacas.
Si no controlamos la dosis del chute de adrenalina, podemos llegar a la sobredosis y sufriremos taquicardias, ansiedad, dolores de cabeza, arritmias, temblores, sudores fríos, bloqueo mental y un largo etcétera. La sobredosis de adrenalina te convertirá en una piltrafa humana a punto de sufrir un ataque cardíaco. 

La adrenalina se produce ante una situación de peligro. Normalmente cuando se practica un deporte de riesgo,  se libera una cantidad de adrenalina controlada por nuestro organismo que nos hace sentirnos fuertes y pletóricos.  Otro ejemplo, ante un susto, la adrenalina, es la que sin pensar te hace huir para protegerte o defenderte del peligro.

¿Popeye o piltrafa? En buena parte depende ti. Si tienes que hablar en público la adrenalina te puede proporcionar un superpoder o bloquear por completo. Para todo ser humano el hablar en público es una situación considerada de peligro, en la que el cerebro enciende la alarma de aviso a las glándulas suprarrenales y con toda seguridad la adrenalina hará acto de presencia. Con esta cantidad de adrenalina ya puedes obtener ese superpoder que te hará estar atento, claro, rápido, ágil, natural y esplendido. (Siempre y cuando hayas preparado concienzudamente tu intervención).
Si el mensaje que envías constantemente al cerebro es de miedo, de pánico, de situación de emergencia incontrolada, este ordenará a la glándulas suprarrenales que produzcan más  y más adrenalina de tal manera que obtendrás el efecto no deseado; LA SOBREDOSIS y sus consecuencias fatales. Por lo tanto para obtener los beneficios de la adrenalina, no hay que sobrecargar al cerebro de mensajes de peligro creados por ti mismo

Ahora que sabes que es lo que te bloquea, debes actuar. Tu objetivo es encontrar la manera de enviar al cerebro el mensaje de que todo está correcto, que no hay un exceso de peligro. Para lograr ese objetivo hay varias formas, de momento y por no alargar demasiado este post, vamos con algo muy sencillo:

Minutos antes de tu intervención haz algo absurdo, algo ridículo, algo que no harías nunca si por ejemplo te persigue un toro.  Haz flexiones, canta un canción, pela una naranja, haz un castillo de cartas, haz el pino,... cuenta uno a uno los dedos de la mano, repito algo absurdo. Si tu cerebro recibe el mensaje de hacer flexiones o de contar los dedos de la mano, va  entender que no hay peligro y disminuirá la producción de adrenalina.  OBJETIVO CONSEGUIDO;  EVITARÁS LA SOBREDOSIS.

(CONTINUARÁ) 

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