miércoles, 20 de agosto de 2014

¿Cómo debería gestionar Iker Casillas su comunicación en esta crisis?

Escribo este post después de ver la ida de la Supercopa entre el Real Madrid y el Atlético celebrada la noche/madrugada del martes 19 de agosto. El objetivo de este texto no es entrar en  la polémica de las constantes críticas contra Iker Casillas. Para eso ya están los especialistas en la materia deportiva. Mi intención es escribir sobre cómo debería gestionar Casillas esta situación para que no acabe con él y por lo tanto con su marca.

foto: Tribunero
Aunque uno no sepa de fútbol, ni esté al día de lo que está sufriendo la marca CASILLAS, con tan sólo ver la cara del portero merengue  ya puede comprobar que hay algo que no va nada bien.  
El rostro de Iker Casillas lo dice todo. Su actual mirada triste, lejos está de aquella otra segura y valiente, a la que nos tenía acostumbrados. 
Por eso creo que lo primero que debe hacer el portero merengue es; intentar cambiar su gesto. Debe transmitirnos otros mensajes. Tiene que darse cuenta que su imagen es el canal de comunicación más directo y convincente que tiene con sus seguidores y con sus detractores. Por lo tanto debe cuidar sus gestos porque nos están diciendo mucho de él. Sus ojos se han escondido debajo de sus pobladas cejas. Es difícil verle reír en el campo. Hace constantes muecas y expresiones de incomodidad y enfado. Parece decirnos que no encuentra su sitio, que le supera está presión, que se ahoga. Parece preguntarnos ¿Pero por qué ya no me queréis?

Desde luego que no es nada fácil su situación, ya que para parte de los suyos, de la noche al día, ha pasado de ser un santo a ser un demonio. Del romance de amantes apasionados se ha pasado a preparar los papeles de divorcio. La presión es brutal pero un deportista profesional como él debe estar preparado para estas situaciones. 

Vivimos en un país extraordinario, pero no perfecto. Dentro de sus imperfecciones hay una lamentable y es la de que nos encanta encumbrar al Olimpo de lo Dioses a aquellos a los que aprovechando su  momento más débil, hundiremos con las peores críticas en el fango. Por eso siempre dicen que hay que retirarse cuando uno está en la cresta de la ola.

No me malinterpreten no digo que Casillas se tenga que ir ahora ni que lo tuvo que hacer hace un año. Eso se me escapa a mis conocimientos deportivos. Desconozco si Casillas ya ha llegado a su tope. Creo que si es capaz de gestionar esta crisis y se quita presión de encima podremos ver los límites del guardameta español. 

Volviendo a los gestos, creo que para cambiar sus mensajes en el campo Casillas debe volver a ganar seguridad en si mismo. Debe ilusionarse como lo hacía cuando era un chaval, debe remover sus entrañas para recuperar esa energía imparable. Debe olvidarse de lo que diga la gente y centrarse en disfrutar con lo que siempre ha sido su sueño jugar en el primer equipo del Real Madrid. 

Tiene que pensar que no sólo defiende una portería, le toca defender su pasión y su ilusión. Debe priorizar estos sentimientos, debe recuperarlos,  porque sin pasión e ilusión no tiene nada que hacer.