jueves, 27 de marzo de 2014

ENTRE CLASE Y CLASE

Este post lo escribo con un café, entre clase y clase de Speak-class en el bar de un colegio de Madrid.

REGALO DE ALUMNO, CONTENTO CON MIS CLASES.
Hace tiempo que me dedico a dar clases, a jóvenes alumnos a partir de diez años y también adultos. Intento enseñar todo aquello que he aprendido a lo largo de mis más de veinte años en el mundo de la comunicación. Aprender a comunicar y ganar seguridad en uno mismo son armas fundamentales que ayudarán, en un futuro no muy lejano, a nuestros hijos para defenderse dentro de esta jungla, llamada sociedad de bienestar. 
Hoy que tengo unos minutos libres, me apetece escribir, para contarte, todo lo que estoy aprendiendo de ellos, sobre todo de los alumnos más jóvenes.

PULSERA REGALADA POR ALUMNA 
Hoy sin ir más lejos un alumno me ha regalado el dibujo de arriba en trozo de papel de su cuaderno de cuadros. Sólo me ha dicho;
- Óscar te he hecho esto para ti, guárdalo- 

En un primer momento he mirado el dibujo, he puesto cara un tanto forzada, de grata sorpresa, he dado las gracias y he seguido con la clase. 
¡Seré gilipollas! ¿Cómo no me he percatado de la importancia del momento?  ¿Cómo he dejado perder la oportunidad de saborear ese instante un poco más? ¿Cómo he sido tan torpe de no exprimir mi momento, mi premio, mi regalo, mi recompensa? Posiblemente ha sido uno de esos hechos que hagan que el día merezca la pena y no he sido capaz de exprimirlo más y me estoy dando cuenta ahora. 

El chico que me  ha regalado el dibujo, empezó el curso mostrando su perfil más introvertido; Mangas escondiendo las manos, pelo tapándole la cara, postura encorvada, volumen bajo de voz, respuestas breves, en fin una persona muy cerrada en su mundo. Después de un tiempo su cambio es visible; Pelo recogido con coleta, postura erguida y entre otras características su participación e interés en la clase es notable. 
Hoy con este dibujo, sin duda, ha querido agradecerme, en su idioma, su cambio. Con este regalo no puedo pagar la hipoteca, ni echar gasolina al coche pero su valor es muy superior. Mañana me levantaré con más fuerza porque merece la pena.

Hoy me han refrescado la mente y he vuelto a aprender que si no somos capaces de pararnos a valorar lo importante del día, seguiremos formando parte del grupo de los gilipollas que tiran su tiempo, es decir su vida, sin disfrutarla. GRACIAS